El color rojo en la decoración

Hace algunas semanas os hablé del color azul en la decoración. Hoy, retomo el tema, pero con otro color como protagonista: el rojo.

Se trata de un color llamativo y muy atrevido. Es por este motivo que no todo el mundo se aventura a introducirlo en sus hogares. Sin embargo a muchos les gusta este color; si eres un@ de tant@s y te gustaría aprender a combinarlo de la mejor manera posible logrando que encaje en tus ideas y espacios, este post es para ti.

Tendemos a pensar en el rojo como un color con demasiada fuerza y dinamismo que puede romper la armonía de cualquier espacio. Sin embargo, no es así, o más bien, no tiene por qué ser así si no es lo que deseamos conseguir a la hora de decorar. El color rojo puede ser la opción ideal para convertir una estancia en un remanso de paz y armonía.

Características del color rojo

Estimulante

¿Sabías que nuestro cuerpo reacciona ante ciertos impulsos de ondas luminosas? Dependiendo de la longitud de onda y su nivel de vibración la reacción es diferente.
El rojo es el color con mayor onda y se le reconoce ciertas virtudes estimulantes.

Luminoso

Un tono de rojo brillante permite potenciar la luminosidad de la habitación…

Cálido

Elegir el rojo en la decoración es elegir la pasión, la calidez, la sensualidad. Es apostar por un color capaz de crear atmósferas calientes cuya intensidad dependerá de la elección de las fuentes luminosas.

En qué estancias queda mejor

Aunque la intensidad la podemos controlar, lo cierto es que el hecho de resultar un color estimulante hace que los espacios en los que mejor se adapte sean aquellos en los que hay actividad: el living, la cocina, etc.

Si te gustaría introducirlo en otro tipo de estancias, como el dormitorio, para conseguir un efecto más relajado y tranquilo, puedes apostar por tonos de rojo más suaves.

A la hora de decorar con color rojo, ten cuenta que…

Se trata de un color con fuerza que rápidamente se hace con el control y dominio de cualquier estancia. Si tu intención es dar protagonismo a otros elementos, introducir el rojo en exceso podría robárselo y hacer que esos elementos pasen desapercibidos.