De antigua fábrica de chocolate a espectacular loft
En 1920, en algún rincón de Estocolmo se levantó un edificio en el que se creó una fábrica de chocolate. Casi 100 años después ese espacio ha sido transformado en un moderno y funcional loft.
120 metros cuadrados que algún día fueron el lugar donde se elaboraban delicias que debieron endulzar los momentos de muchas personas. Y que, un siglo más tarde, se ha convertido en un bonito hogar con 3 dormitorios y un aseo; el resto una gran zona común y abierta que alberga cocina, salón y comedor.
Obviamente, habilitar una vieja fábrica en una cómoda vivienda ha exigido una importante reforma que ha ocultado algunas de las tuberías y conductos de aire. Cierto es que conserva algunas, como podemos ver en la zona de la cocina, pero incluso algo camufladas, sí que no son precisamente estos elementos los que más contribuyen a darle ese aire industrial tan característico de las viviendas que se habilitan en antiguas fábricas.
Es precisamente a través de los muebles, algunos elementos decorativos como las lámparas o revestimientos y suelos, donde vemos impreso ese toque industrial en esta casa.
Llama especialmente la atención el sofá vintage tipo chester en ese color marrón. También tiene gran protagonimos el antiguo baúl que se ha colocado justo detrás del sofá, y las lámparas también simulando las que se utilizaban en las viejas fábricas.
El color blanco en paredes y gran parte del mobiliario potencia la luminosidad, permitiendo así una gran sensación de amplitud. Y el contraste con la madera en tonos oscuros, le otorga el grado justo de calidez que precisa un espacio con cierto toque industrial ubicado en una antigua fábrica.
A vosotros, ¿qué os parece?, ¿os gusta este loft?